jueves, 30 de julio de 2009

Final

El calor parece un cuerpo más, pesado, dentro de la iglesia. Como si una gasa transparente me aferrara a cada paso, supero el pasillo, un primer oratorio y un segundo. A cada lado hay dos confesionarios con susurros. Mucho calor y ellos están ahí. Son las doce de la mañana y no sé hace cuánto tiempo les dijeron que habían superado la edad para trabajar. A primera hora, a última, en cada misa está esa población envejecida de la que tanto hablan.

Custodian los edificios de los que no han sido expulsados. Leen, entonan el rosario, arreglan las flores, cansan al cura e inician confesiones interminables. Rondan los templos como los perros dan vueltas sobre sí mismos para encontrar asiento. Llega la madurez y encuentran agallas para escuchar el silencio. Los achaques no desentonan con las grietas de la Catedral. Aguantan erguidos en esos bancos huesudos. Ellos engalanan el final con misa diaria.

jueves, 16 de julio de 2009

¿Arte?

El tiempo que dedicamos a algo previo es infinito. Existen recuerdos del futuro, todo eso que se imagina cuando todavía no ha sucedido. Visiones condenadas a no realizarse. Creaciones propias a las que queremos más que a los recuerdos reales del pasado. Creatividad con nosotros mismos. ¿Arte?