Presencia que se prolonga cada vez que, alguien que usa su misma colonia, pasa por tu lado. Por ejemplo. Y así no hay manera: uno nunca puede dejar de decir adiós.
Esta frase me ha llegado directo al alma. Tienes toda la razón Marta, cada vez que alguien con "su" colonia pasa por mi lado, vivo toda la relación de nuevo. La pasión, los breves momentos felices y el interminable sufrimiento. Por eso hace tiempo decidí dejar de intentar decir adiós. Hay que aprender a convivir con el recuerdo. ¡pero qué difícil que es eso!
3 comentarios:
Presencia que se prolonga cada vez que, alguien que usa su misma colonia, pasa por tu lado. Por ejemplo. Y así no hay manera: uno nunca puede dejar de decir adiós.
Ufff comparto la frase y el comentario de Marta, y vaya que es una presencia que perdura!
Esta frase me ha llegado directo al alma. Tienes toda la razón Marta, cada vez que alguien con "su" colonia pasa por mi lado, vivo toda la relación de nuevo. La pasión, los breves momentos felices y el interminable sufrimiento. Por eso hace tiempo decidí dejar de intentar decir adiós. Hay que aprender a convivir con el recuerdo. ¡pero qué difícil que es eso!
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