La muerte le acecha, dicen sus hijos. Rápidamente las portadas digitales lo anuncian. Preparan obituarios, desempolvan la última entrevista que se le hizo y abren a cuatro columnas cuando expira. No sé cuántos sentidos homenajes se actualizan en Facebook. Inquietan las palabras de los políticos sobre él. ¿Qué tienen que decir? Una ministra avisa de que al presidente le encantaba. Pobrecitos los humanos. Nunca sabremos recibir a la muerte.
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