El silencioso es el que más desafía. Ajeno. Solo o acompañado. Prudente. Sin puentes, no tiende con palabras, ni acerca posturas que no tiene. El halo de la incógnita es la corona que le otorgan los que hablan. Y sin saber que ostenta hábitos de rey de reyes, no capitula. Permanece callado. En silencio. Silencioso. Sí que sabe lo que no dice.
No hay comentarios:
Publicar un comentario