Ella le pide que le dé algo mientras el hombre con el cepillo se acerca. Antes de que llegue la cesta por su lado pone dos euros en su mano vieja. Por primera vez es la hija quien pone una moneda en la mano de la madre. Le devuelve así todas aquellas que divertida pedía cuando era una niña. Ese día fue hija más que nunca.
4 comentarios:
=D
un gesto bonito!
Te sigo leyendo. Me ha encantado esta entrada.
Esther
Pues a mi el otro día no me dieron la Paz...¿será por la gripe A? ;)
Jaja muy bonita entrada! Cuánto les debemos por nuestro pasado...
Saludos!
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