He perdido el hábito de estudio de camino a la multitarea. Tampoco quiero presumir: he perdido el poco hábito que tenía de camino a la multitarea. Así mejor.
La acción, las acciones, rápidas, muy rápidas, no dejan paso a la reflexión -ni una-. Y necesito parar. Acallar las voces. Leer nuevas. Pensarlas. Comprender lo que ahora hago. Saber por qué estoy aquí. Darme permiso. Contarme cosas. Dejar de ser ese sujeto manipulable pasto de las prisas y el desasosiego.
Quisiera respirar momentos de calma. Reencontrarme con ese espíritu tranquilo que se parece a la verdad. La sensación de que pasen los días y asienta: "Así, sí".
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