La
inocencia sostiene este tinglado de "sabelotodos". Cuando alguien se
escandaliza, todavía, ¡qué bien!, el aire se agita, el sol brilla, los pájaros
cantan y las nubes se levantan. Bendita inocencia que aguarda lo bueno, bello y
verdadero, y sí, valiente, se horroriza y se sorprende, y no se acostumbra, ni
hace malos pactos, ni capitula. La inocencia tiene la fuerza de los débiles y
de los poderosos. La mirada limpia. Y siempre es la más bonita de las sonrisas.
2 comentarios:
¡Que bonito escribes¡. Disfruto muchisimo con esta poesia tuya tan intima y especial.
Gracias por compartir tu extraordinaria sensibilidad.
Es un placer.
Gracias! Un saludo!
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