miércoles, 21 de octubre de 2009

Sin fortuna ni desgracia

No hay un perro más desgraciado que otro. Comen con el morro partido, saltan si les falta una pata y se chupan si les escuece la herida. Algunos preguntarán: "¿No es más afortunado el perro que tiene todas las extremidades?". Adviertan entonces que no están hablando de perros sino de personas. A los perros les da igual. Si no pueden andar a cuatro patas, saltan a tres.

No hay comentarios: