Cada vez que hago una advertencia, me siento una Bucay o Coelho barata, gratuita. En el fondo, al final, siempre sabemos que no sabemos, o que acumulamos pequeñas vivencias propias que sólo sirven a quien las hace. Y es en esos pasos que voy dando de vuelta a mi casa, después de hablar en una cafetería, después de aconsejar con rotundidad y vehemencia, que recuerdo una frase leída en una entrevista: "El consejo es inmoral".
1 comentario:
Gracias por recordármelo. A partir de hoy, meteré un rollo de esparadrapo en el bolso para que me acompañe a todas partes... ;)
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