No escribí jamás una lista donde pidiera conversaciones largas. Que descuelgues, una y otra vez, juro que no lo escribí. Yo, desde aquí, llego a ti, allí. Las palabras se cruzan y piden paso en un escenario común de ondas. Llamo y grito. Llamo y lloro. Llamo y risas. Llamo y llamas. Llamas, llamo y llamo. Existe una costumbre preciosa de descolgar. Entro a mi casa cuando marco tu número.
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