lunes, 14 de abril de 2008

Memory

Debieran prohibir los recuerdos. Por lo menos que desapareciera esa casa de madera rota y pintura levantada. Aquel rincón en la entrada en el que escribía las noches de verano, las únicas que tuve en ese país.

2 comentarios:

Esther dijo...

Piénsalo: si prohibieran los recuerdos perderíamos demasiadas cosas. Incluso aquellas que nos hacen seguir viviendo. Y no digo que vivir del pasado sea bueno, pero, a veces, ayuda recordar buenos momentos y pensar que, si una vez ocurriron, pueden volver a hacerlo.

Anónimo dijo...

Ya existe tan fatal castigo...se llama alzheimer y borra lentamente todo, TODO, los recuerdos, la vida y la personalidad.