Hoy ha llovido. El tiempo se ha aproximado, imponiendo al resto de la ciudad su malhumor. La lluvia que veía por la ventana le ha caído en el pelo, y ha mojado luego sus pies. Ha vuelto a deambular sin paraguas porque lo de fuera no era una amenaza. Podía entender que la gente se protegiera de la lluvia, ayer ella lo hacía del sol.
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