lunes, 9 de julio de 2012

Domingo por la tarde

Me he cansado de luchar. No quiero pelear por ninguna causa justa. Hoy no, esta noche no. Cualquier guerrero de tres al cuarto debió rendirse un domingo por la tarde. Es la hora de los cobardes, el instante del miedo. La tarde más fría desde que empezara la semana, cada lunes.

No hay comentarios: