viernes, 18 de diciembre de 2009
Humanidad
Cuando el esfuerzo colectivo salva a uno de nosotros, me acuerdo de las batallas que hemos dado por perdidas, de las víctimas de nuestra tibieza.
martes, 15 de diciembre de 2009
Peregrinación
Fue hasta allí con los pies empapados. Pidió sin fe. Y volvió, pisando los mismos charcos.
martes, 8 de diciembre de 2009
viernes, 4 de diciembre de 2009
Lectura compartida
Mi perra, que me acompaña en los ratos de lectura por el parque, al ver el libro sobre mi cama, también ha decidido devorarlo.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
lunes, 16 de noviembre de 2009
jueves, 12 de noviembre de 2009
La merienda
Enseño una caja de quesitos "El Caserío" y otra de queso en lonchas. Ana, de tres años, escoge el primero y se va con uno por el pasillo. Mar, de cuatro, prefiere merendar el segundo. ¿Quieres pavo?, le pregunto. "Vale", me dice. "¿En bocadillo o en tostada?". "En tostada", constesta. En ese momento llega Ana y sin el quesito me dice toda apurada: "¿Sabes que el perro tiene hambre?". "¿Cómo lo sabes?", le digo riéndome. Sonríe y se va corriendo. Mar sigue al lado mío, mirando cómo le preparo la tostada. Justo antes de dársela me dice: "A mí la tostada no me gusta, pero mi profesora me dice que hay que esforzarse".
lunes, 9 de noviembre de 2009
martes, 3 de noviembre de 2009
Otra caperucita
Se vistió de rojo y salió a la calle. Cuando se dio cuenta de que se había equivocado de camino, ya era tarde. Se había metido en la boca del lobo.
viernes, 30 de octubre de 2009
lunes, 26 de octubre de 2009
Valores incalculables
Es un horno a la vieja usanza, con el pan, las empanadillas y demás artesanías amontonadas. Cruzo el umbral en el momento en el que la dueña atiende a un cura que le pide una lata de atún y un trozo de pan. "Y si puede me lo mezcla", añade.
La señora se mete en la trastienda y del fondo de la estantería saca una lata. Luego rebusca entre el montón de barras de pan y encuentra un panecillo. Lo abre y después de desordenar el atún, lo vuelca en el interior del bocadillo.
-"Pues ya está", dice la hornera.
-"Es una obra de arte", contesta el cura. A lo que ella replica:
-"Hay que hacer lo que se quiere, no lo que se puede".
El párroco sonríe y le pregunta:
- "Dime cuánto es la lata y el panecillo, porque lo otro no tiene precio".
La señora se mete en la trastienda y del fondo de la estantería saca una lata. Luego rebusca entre el montón de barras de pan y encuentra un panecillo. Lo abre y después de desordenar el atún, lo vuelca en el interior del bocadillo.
-"Pues ya está", dice la hornera.
-"Es una obra de arte", contesta el cura. A lo que ella replica:
-"Hay que hacer lo que se quiere, no lo que se puede".
El párroco sonríe y le pregunta:
- "Dime cuánto es la lata y el panecillo, porque lo otro no tiene precio".
viernes, 23 de octubre de 2009
Diferencia de opiniones
Después de decirme todo lo que piensa, concluye con un "¿No?" o un "¿A que sí?". Y lo único claro es que no comparto para nada lo que piensa. Pero no me ha preguntado sobre un tema, me ha dado su opinión. Es media mañana y estamos en el pasillo. Sé que cuando vuelva a mi silla, en ese diálogo interno mío, querré hablar, pero en ese momento me callo. Es la misma sensación que cuando te regalan algo que no te gusta y finges. Me callo con un "ni para ti ni para mi". Necesito discrepar con el silencio.
¡Qué difícil es decir lo que piensas!
- ¿Qué opinas de...?
- Pues que...
- A sasdf fkjkfdj efjsdkfj
- Ya... No sé.
- S dfjdfhsdf fsjdfhsdjf dffsdjf
- Pero es que..
- S adjfid fdsfj
- Bueno, sí, pero..
- Dfjhdsjfh sdjfsdf
- No lo creo.
- ¿nbfdhsdbfsdjflsd dfndsnf?
- En mi opinión..
- Jsdfj gjfjg dfgjdf ¡sdfnjjsdnf!
- Puede ser pero..
- ¡Escucha!
- Pues que...
- A sasdf fkjkfdj efjsdkfj
- Ya... No sé.
- S dfjdfhsdf fsjdfhsdjf dffsdjf
- Pero es que..
- S adjfid fdsfj
- Bueno, sí, pero..
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- No lo creo.
- ¿nbfdhsdbfsdjflsd dfndsnf?
- En mi opinión..
- Jsdfj gjfjg dfgjdf ¡sdfnjjsdnf!
- Puede ser pero..
- ¡Escucha!
miércoles, 21 de octubre de 2009
Sin fortuna ni desgracia
No hay un perro más desgraciado que otro. Comen con el morro partido, saltan si les falta una pata y se chupan si les escuece la herida. Algunos preguntarán: "¿No es más afortunado el perro que tiene todas las extremidades?". Adviertan entonces que no están hablando de perros sino de personas. A los perros les da igual. Si no pueden andar a cuatro patas, saltan a tres.
martes, 20 de octubre de 2009
Madre no hay más que una
Me pregunto cuál será el momento de la vida en el que se apaga el "mamá" en los labios de la hija.
martes, 13 de octubre de 2009
Golpe de viento
Anoche hizo tanto viento que se abrió la ventana del salón de par en par. El golpe del cristal me despertó y el camino que anduve para cerrarla estuvo lleno del olor a mar. Anoche hizo tanto aire que parecía que estuviera en la orilla.
domingo, 11 de octubre de 2009
viernes, 2 de octubre de 2009
Malentendidos
Una oveja necesitaba pensar y se fue a dar un paseo. El resto del rebaño empezó a preguntar por ella. Alguien dijo que estaba perdida.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
lunes, 28 de septiembre de 2009
Lectura pendiente
Abrió uno de los cajones de su mesilla de noche. Cuando vio esa cantidad de libros apilada se gustó a sí misma. Después recordó que algunos están a mitad, que otros ni siquiera los empezó después de comprarlos. Tras hacer sitio en el siguiente para guardar las revistas del fin de semana, volvió al cajón de arriba y repasó los títulos. Sorprendida al ver que se los había leído todos, levantó la mirada hacia arriba y, ahí, amontonados al lado del despertador, estaban esos que tanto le remuerden la conciencia.
jueves, 24 de septiembre de 2009
Filiación
Ella le pide que le dé algo mientras el hombre con el cepillo se acerca. Antes de que llegue la cesta por su lado pone dos euros en su mano vieja. Por primera vez es la hija quien pone una moneda en la mano de la madre. Le devuelve así todas aquellas que divertida pedía cuando era una niña. Ese día fue hija más que nunca.
miércoles, 26 de agosto de 2009
La mentira
Es posible soñar con la mentira. Pensar que todo esto que tengo delante podría ser de otra manera, que lo que no sucedió fue real. La verdad podría ser una mentira que me gusta más. Pensar en la mentira puede que no sea desconfianza, quizá lo que se busca es la esperanza.
jueves, 30 de julio de 2009
Final
El calor parece un cuerpo más, pesado, dentro de la iglesia. Como si una gasa transparente me aferrara a cada paso, supero el pasillo, un primer oratorio y un segundo. A cada lado hay dos confesionarios con susurros. Mucho calor y ellos están ahí. Son las doce de la mañana y no sé hace cuánto tiempo les dijeron que habían superado la edad para trabajar. A primera hora, a última, en cada misa está esa población envejecida de la que tanto hablan.
Custodian los edificios de los que no han sido expulsados. Leen, entonan el rosario, arreglan las flores, cansan al cura e inician confesiones interminables. Rondan los templos como los perros dan vueltas sobre sí mismos para encontrar asiento. Llega la madurez y encuentran agallas para escuchar el silencio. Los achaques no desentonan con las grietas de la Catedral. Aguantan erguidos en esos bancos huesudos. Ellos engalanan el final con misa diaria.
Custodian los edificios de los que no han sido expulsados. Leen, entonan el rosario, arreglan las flores, cansan al cura e inician confesiones interminables. Rondan los templos como los perros dan vueltas sobre sí mismos para encontrar asiento. Llega la madurez y encuentran agallas para escuchar el silencio. Los achaques no desentonan con las grietas de la Catedral. Aguantan erguidos en esos bancos huesudos. Ellos engalanan el final con misa diaria.
jueves, 16 de julio de 2009
¿Arte?
El tiempo que dedicamos a algo previo es infinito. Existen recuerdos del futuro, todo eso que se imagina cuando todavía no ha sucedido. Visiones condenadas a no realizarse. Creaciones propias a las que queremos más que a los recuerdos reales del pasado. Creatividad con nosotros mismos. ¿Arte?
lunes, 25 de mayo de 2009
sábado, 11 de abril de 2009
jueves, 26 de febrero de 2009
Una sola razón
A veces una sola razón es suficiente. Iría a Egipto para montar en camello. Volaría hasta Punta Cana para verme los pies en el agua del mar o sentarme en un bar dentro de la piscina de un gran resort. Visitaría Cuba para ver esos coches de antes en esa ciudad de antes. Me compraría un café que es casi agua en cualquier Dunkin Donuts de Nueva York. Pisaría China para pisar la muralla. Iría a Croacia para ver ese azul que recuerdo de los paisajes de las fotos que he visto. Me taparía toda para llegar al Polo Norte y tumbarme en una cama de hielo. Cogería un vuelo barato para andar y respirar en las calles amplias de Berlín. Volvería a una ciudad para recordarle. Cuántas cosas y siempre por una sola razón.
miércoles, 25 de febrero de 2009
El número 22, Gálvez. ¡Felicidades!
Hoy 24, de nuevo.
Encerrabas las tardes de los lunes. Los mejores goles de un ídolo que encontraste por casualidad en una peluquería. Las letras compuestas, la risa histriónica, el trazo ordenado. Siempre tuviste la lección bien aprendida. Los dioses efímeros, las series de mediodía. Te fuiste mientras entonaban "blanco, negro, blanco". Recuerdo la parte de atrás del colegio, una frase de la que podías reirte una y otra vez: "Voy a pillar el bonobús". Una diadema y tu abuela esperándote en la puerta. El directo de Maná. Tu cumpleaños con la película "Todos los perros van al cielo". Viejos títulos de canciones de karaoke. Incluso soy capaz de ver quien eres ahora, aunque no existas. Puedo intuir quienes serían tus amigos, lo lejos que estaríamos. Un porche resbaladizo, los mocasines por el aire. El balón despeluchado, las clases de cultura clásica. Gafas redondas y una adolescente obsesión por "Expediente X". Tenías mala leche pese al recuerdo edulcorado que hicieron de ti. Tengo tu agenda, olí tu abrigo y todavía veo la flor encima de tu pupitre. Tu casa tan cerca de nuestro colegio, y tú que te fuiste a vivir tan lejos.
Encerrabas las tardes de los lunes. Los mejores goles de un ídolo que encontraste por casualidad en una peluquería. Las letras compuestas, la risa histriónica, el trazo ordenado. Siempre tuviste la lección bien aprendida. Los dioses efímeros, las series de mediodía. Te fuiste mientras entonaban "blanco, negro, blanco". Recuerdo la parte de atrás del colegio, una frase de la que podías reirte una y otra vez: "Voy a pillar el bonobús". Una diadema y tu abuela esperándote en la puerta. El directo de Maná. Tu cumpleaños con la película "Todos los perros van al cielo". Viejos títulos de canciones de karaoke. Incluso soy capaz de ver quien eres ahora, aunque no existas. Puedo intuir quienes serían tus amigos, lo lejos que estaríamos. Un porche resbaladizo, los mocasines por el aire. El balón despeluchado, las clases de cultura clásica. Gafas redondas y una adolescente obsesión por "Expediente X". Tenías mala leche pese al recuerdo edulcorado que hicieron de ti. Tengo tu agenda, olí tu abrigo y todavía veo la flor encima de tu pupitre. Tu casa tan cerca de nuestro colegio, y tú que te fuiste a vivir tan lejos.
viernes, 16 de enero de 2009
Diferente
Nos gusta demasiado que nuestra vida no sea la de otros. Sobre todo para los momentos más dolorosos donde podemos decir "no lo entiendes" o "lo mío es distinto. Dentro del pozo parece que con esas frases el agua se vuelve tibia, reconfortante. "No es el mismo caso, ni las personas son iguales" es la segunda frase que nos acompaña. Quizá reconocerse en el otro quita importancia al drama. Si alguien que pasó por lo mismo te tiende la mano desde fuera existe la posibilidad de que tú también puedas salir, y claro, cuando el agua está tan calentita... ¿Qué tendrá nuestro dolor para que no tenga comparación con ningún otro?
martes, 13 de enero de 2009
Verdad
Existen las verdades de hospitales, las de los "te dejo" y "te quiero" y alguna otra más que se me escapa. El resto son mentiras, exageraciones, bromas y formas de matar o enriquecer el tiempo de la vida. Las verdades son inconfundibles porque te secan la boca y te descomponen el cuerpo. Logran que los planes se detengan. Ya no sirve el "un, dos, tres", ni el "a, be, ce, de". La verdad es un hormigueo en las piernas que quieres acallar fingiendo estar serena en tu silla, como si nada ocurriera. Pero las piernas, que son más honestas que el corazón, te avisan de que lo que en el fondo deseas es salir corriendo. La verdad es más contundente cuanto más nos esforzamos en fingir que aquí no pasa nada. A veces dicen que la verdad no existe. ¡Vaya si existe! Que se lo pregunten a quienes esperan los resultados de una prueba médica, o a quienes ven marcharse a la persona que lo era todo. Que también le pregunten al enamorado correspondido. El problema es que verdades hay pocas.
sábado, 3 de enero de 2009
2009
Quiero averiguar de qué va todo esto. El cambio de año, el intercambio de mercancías o servicios por papeles y la vida.
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