Hay una palabra que lo llena todo de música. No sé decirla como me gusta escucharla. Pero ahí donde aparece, afino el oído y disfruto de mi pequeña canción. No es sólo bonita, para colmo, excesos de la vida, es mágica. Cada vez que alguien la pronuncia, se vuelve a hacer la luz. Es una palabra que ilumina un domingo, podría con la semana entera. Sola o acompañada, final apoteósico de cualquier frase que no entiendo. Por favor, que no dejen de decirla, que no me canso de escucharla: "V-o-i-l-à".
1 comentario:
Voilà, Anita, para ti: voilà, voilà, voilà, voilà, voilà, voilà, voilà... Tooodas las veces que quieras ;)
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